Cómo afinar un Cajón Flamenco

Afinar un cajón flamenco es una tarea que puede ser sencilla si sólo tenemos que reajustar algún armónico, algún resonante o queremos cambiar la respuesta en graves y agudos, pero puede complicarse si nos adentramos en detalles.

Éste será nuestro propósito, dejar correctamente afinado un cajón flamenco, cuando ha sufrido algún cambio que lo ha dejado desafinado.

La madera del cajón peruano o cajón flamenco, es una madera viva, y por lo tanto responde al paso del tiempo y cambia con la temperatura y la humedad. Por estos motivos, es normal que de vez en cuando sean necesarios algunos ajustes.

También hablaremos de cómo afinan los luthieres o artesanos de este instrumento, pero debemos tener en cuenta hasta dónde debemos entrar nosotros y hasta dónde dejar que sólo ellos toquen.

Afinación del Cajón Flamenco

A modo resúmen, encontramos dos herramientas importantes para conseguir una buena afinación, que son las cuerdas o bordones y los tornillos que pegan la tapa al chásis.

Cuerdas del cajón flamenco ( o bordones)

Una pregunta muy frecuente es ¿Qué cuerdas se utilizan para un cajón flamenco? Para elegir que cuerdas pongo al cajón, debo saber que son fabricadas con un núcleo más un entorchado que lo cubre dándo vueltas en forma de espiral. Encontramos dos tipos:

De metal: son las utilizadas en las guitarras acústicas o eléctricas que tienen núcleo de metal (acero, níquel, bronce, u otras aleaciones).

De Nylon: son las que utilizan las guitarras españolas o clásicas.

Pues bien, y entonces ¿cuál son más mejores? Nosotros recomendamos las de metal, ya que tienen una mayor velocidad de propagación de la vibración, y eso ayudará a que el agudo responda rápido ante un golpeo en la tapa.

Ahora nos tocará elegir el calibre, que podremos utilizar el rango de entre 042 y 048, cuya velocidad de propagación es idónea para sacar un sonido limpio.

¿Qué tensión poner a las cuerdas?

No existe una tensión perfecta, deberemos encontrar la adecuada a nuestro gusto o forma de tocar, teniendo en cuenta:

Mayor Tensión: vibración menor, obteniendo un sonido más seco menos arenoso y más definido.

Menor Tensión: Mayor vibración, más sonidos armónicos, más sensibilidad y menos limpieza y definición.

Para manipular la tensión hay modelos que tienen sistemas exteriores, como es el caso de Leiva con su DTS, otros interiores, donde tendremos que introducir la mano y girar clavijeros de guitarra, e incluso algunos que precisan de una llave de allen o similar. En cualquiera de ellos será cuestión de girar para encontrar el punto perfecto.

Colocación

Encontramos distintos tipos de colocación e incluso sistemas patentados por marcas.

Tipo V: Es una cuerda que parte desde una de las partes superiores, hasta la parte central inferior volviendo a subir hasta la parte superior contraria a la que comenzó, formando una V.

En paralelo: Pueden ser una o varias cuerdas, que se sitúan desde las partes superiores hasta las inferiores, haciendo un ángulo de 90 grados con respecto al suelo y por lo tanto siendo paralelas a los laterales.

Bordones

Algunos llevan bordones, iguales que los que tienen las cajas de batería acústica. En este caso podríamos decir que no son flamencos.

Las bordoneras se instalan en la parte alta del armazón o chasis, donde golpeamos buscando el agudo.

De esta manera suelen conseguir frecuencias graves más bajas, ya que al no disponer de cuerdas, se puede pegar la tapa en la parte inferior del cajón por dentro y sin necesidad de tornillos.

Tornillos de la Tapa

cajon-por-dentro
Cajón Flamenco por dentro

Las tapas suelen venir pegadas de fábrica con un solución que las deja selladas para conseguir un mejor sonido, a lo que hay que sumar unos tornillos que se encuentran en toda su superficie con los que podemos jugar apretando o soltando.

Por norma general, para afinar un cajón flamenco no debemos tocar los tornillos, a no ser que se totalmente necesario o seamos expertos. Debemos tener mucho cuidado, ya que si lo desajustamos, es posible que pueda quedar peor de lo que estaba y sea necesario llevarlo a un luthier profesional para que nos lo repare.

En cualquier caso, si estamos decididos a hacerlo, lo haremos con un destornillador, con muchísimo cuidado y por fases:

Primera fase: dejamos todos los tornillos de la parte mitad inferior apretados con la misma tensión, pero sin demasiada fuerza, ya que suele ser madera no muy dura (en la gran mayoría será abedul) y no debemos pegarlo del todo.

Segunda fase: atornillamos el resto de tornillos con la misma tensión pero dejándolos menos apretados que los de la primera fase.

Tercera fase: Ahora buscaremos el sonido que deseamos encontrar, para ello nos sentaremos en él como si fuéramos a tocar, iremos tocando y comprobando la sonoridad. Si deseamos obtener graves más secos, debemos apretar los tornillos en la parte media superior y si queremos conseguir mayor respuesta dinámica y mayor agudos, deberemos soltar algo más los que están más arriba.

Control de Armónicos

Los armónicos de los cajones flamencos o peruanos, son unas vibraciones que generan roces indeseados con la tapa, generando sonidos desagradables que ensucian, por lo que debemos evitarlos.

Para quitar los armónicos de un cajon flamenco podemos pisar la cuerda con cinta adhesiva o bien velcro en la zona baja, media y alta, probando distintas alturas ya que de eso depende en cierto modo el control armónico.

Conclusiones y mantenimiento del cajón

Para protegerlos ante golpes y humedades, además de transportarlo sin sufrir daños es recomendable usar fundas para cajón flamenco.

Las humedades y exposiciones al Sol harán que reduzcamos la vida útil de nuestro instrumento, ya que el calor afectará al sonido (incuso el calor de otras fuentes energéticas) y los rayos del sol degradando el aspecto exterior.

Otro aspecto importante es revisar que las patas estén en buen estado y sean de goma, de esa manera, conseguiremos aislarlo del suelo y transmitir frecuencias que no deseamos a otros elementos, o al contrario, que otros sonidos sean transmitidos por el suelo ensuciando el original.

Una vez que hayamos tenido en cuenta todos estos aspectos, podremos afinar con recursos. Debemos recordar que éstas prácticas son orientativas y seguro que existen otras maneras y formas de afinarlos.

Lo importante es adquirir el conocimiento suficiente para encontrar nuestra sonoridad con el que nos sintamos identificados, sea cual sea.